En la comarca del Besaya se localiza este municipio, famoso por ser la cuna de uno de los escritores costumbristas más ilustres de la región, José María Pereda (1833-1906). Se trata de un término que goza de excelentes comunicaciones, pues se encuentra al pie de la autovía A-67, que enlaza Santander –de la que dista 24 km– y Torrelavega, está dotado de instalaciones ferroviarias y dispone de un puerto fluvial en Requejada. Además, está estratégicamente situado, pues limita al sur con el principal núcleo industrial, comercial y de servicios de la comarca, la capital del Besaya, y está próximo también a varios de los términos más turísticos de la región, como son Miengo y Suances, con los que linda por el norte. Santillana del Mar le hace frontera al oeste, y Piélagos, al este.

En sus 17,55 km2 de extensión se asienta una población que supera los 3.700 habitantes, repartidos entre las ocho localidades que lo integran: Barrio Obrero, Mar, Polanco, Posadillo, Requejada, Rinconeda, Rumoroso y Soña. Este municipio de tradición eminentemente ganadera, aún no del todo abandonada, experimentó una profunda transformación a comienzos del siglo XX, cuando la empresa belga Solvay comenzó a explotar sus recursos naturales, aprovechando la riqueza de su suelo. Esta circunstancia dio un nuevo impulso a Polanco, que hoy es un competitivo núcleo industrial en desarrollo.

El lago natural, conocido como Pozo Tremeo, es su recurso natural más sobresaliente, mientras que del patrimonio civil destacan dos edificaciones localizadas en la capital. La primera es la casona de estilo barroco-montañés del siglo XVIII, en la que nació José María Pereda, convertido por éste en el escenario de su novela El sabor de la tierruca; y la segunda, la casa cubo característica del XIX construida por orden del insigne escritor. En lo que respecta al ámbito religioso, cabe reseñar en este núcleo la iglesia de San Pedro Advíncula, y en Rumoroso, la de San Andrés.

Ayuntamiento de Polanco