Una de las villas marineras más antiguas de Cantabria, situada en el margen más izquierdo de la desembocadura del río Asón, a los pies del imponente Monte Buciero y junto a las llanuras húmedas que forman la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja. Su historia y sus gentes han estado siempre ligadas al mar. Se considera también como el lugar donde se construyó la carabela “Santa María”. El municipio, geográficamente, está dividido en dos zona, la llanura donde se asienta el casco urbano y la zona montañosa donde se alza la ladera del monte Brusco y el Buciero. La punta del Brusco la separa de Noja con una división natural que da paso en el litoral a la abierta y semi-salvaje playa de Berria. Su magnífico perfil costero se distingue por saliente, ensenadas, faros y acantilados, que rodean al mítico monte Buciero que cierra al norte la bahía santoñesa. Además de al mar, la historia de Santoña surge plenamente ligada al Monte de Santa María del Puerto, fundamental en el devenir del municipio una que a través de él se han transcendido la aparición de numerosas villas e iglesias de la zona. En torno a este núcleo religioso se asentó el primitivo poblamiento de Santoña, al que algunos atribuyen sus orígenes godos. Igualmente significativas son sus fortificaciones, conjunto de estructuras militares agrupadas en torno al monte Buciero que evidencian la importancia estratégica del puerto. Hoy en día se conservan en bastante buen estado el de San Martín, San Carlos y Mazo o Napoleón. En el monte encontramos también varias cuevas con yacimientos prehistóricos. La más importante es la conocida como ” Abrigo del Perro”. Sin embargo su seña de identidad es la Reserva Natural de las Marismas. Situado aquí un espacio protegido que cuenta con ricos y variados ecosistemas que dan cobijo de forma estacional o permanente a gran variedad de aves acuáticas. Santoña hoy en día es el primer puerto conservero del Cantábrico y posee el récord mundial de pesca. Su industria se basa en la comercialización de bonito y las famosas anchoas. El municipio ostenta el título de cuna de las anchoas en aceite de oliva. Si hablamos de fiestas, los carnavales marineros constituyen uno de los festejos de más colorido de la región. De la gastronomía, obviamente, los productos del mar son la base.