El municipio, uno de los más rurales y extenso de la region, consta de catorce pequeños núcleos de población, siendo La Costana su capital. La mayor parte de sus pueblos se situan a las orilla del embalse del Ebro y apenas superan los sesenta habitantes. Sus extensos bosques de roble, sus preciosas vistas desde los pueblos de Quintana y La Riva, forman parte de su encanto natural. En la capital del municipio encontramos la Torre de Los Bustamante, que junto a la iglesia de San Pablo y los restos de la de San Román en Orzales, son valiosos exponentes de arquitectura civil con la que cuenta la zona. Igualmente reconocidas son sus aguas minero-medicinales, que dieron lugar a la creación del Balneario de Corconte, desde el cual se embotella el famosos agua mineral que lleva su nombre. El sustento de la población local se basaba en la agricultura y ganadería hasta la construcción del Pantano del Ebro en 1947 que sepultó gran parque de los pastizales dedicados a estas labores, lo que desencadenó el éxodo de sus habitantes hacia otras zonas de Cantabria. Actualmente a pesar de tener una población muy baja, ha ido incrementando el turismo rural, sobre todo en verano gracias a la realización de actividades deportivas que se realizan en el Embalse del Ebro.