El cauce del Saja penetra desde Ruente por la Hoz de Santa Lucía y divide el valle de Cabezón, quedando en el margen oriental Mazcuerras. Este municipio se extiende por 55,6 km2. hasta alcanzar Cartes y Los Corrales de Buelna, situados sobre el curso del Besaya. Las llanuras dominan la parte norte y oeste, singularizadas en la vega del río por la presencia de terrazas que señalan los niveles alcanzados por el curso durante las glaciaciones. En la franja central, el terreno se vuelve más abrupto y se elevan los cerros de El Cueto (544 m), Ladreo (579 m) e Ibio (798 m), prolongaciones de la Sierra del Escudo de Cabuérniga, que separa la marina de las comarcas interiores de la comunidad autónoma.

Vinculado históricamente a Cabezón de la Sal, Mazcuerras se compone en la actualidad de siete núcleos de población: Cos, Herrera de Ibio, Ibio, Mazcuerras, Riaño de Ibio, Sierra de Ibio y Villanueva de la Peña, alineados en las zonas más llanas. En estas localidades se puede ver un interesante muestrario de casonas populares montañesas, así como diversas e imponentes residencias señoriales construidas a lo largo de la Edad Moderna, tales como la torre de Hoyos o la casa de Juan Gómez de la Torre. Del patrimonio religioso destaca la ermita de la Virgen de la Peña, emplazada en un lugar privilegiado, bajo un muro de roca a orillas del Saja.

Mazcuerras es escenario de una de las obras más célebres de la escritora cántabra Concha Espina: La niña de Luzmela, publicada en el año 1909. La prolífica novelista, nacida en Santander, pasó largas temporadas de su vida en estos parajes y la casa en la que residió se alza todavía en pie. En la actualidad, en este municipio, que ha atraído a otros e importantes novelistas contemporáneos, la literatura es entendida como un fenómeno vivo y su biblioteca ha sido distinguida por sus esfuerzos en la generalización de los hábitos de lectura entre los vecinos.

Ayuntamiento de Mazcuerras