Tudanca, uno de los municipios de Cantabria en los que aún puede vivirse un ambiente inmerso en las tradiciones rurales, se sitúa en la parte medio-alta del valle del Nansa, donde el río se encaja formando un estrecho valle rodeado de laderas escarpadas. Sus 52,9 km2 limitan con Rionansa al noroeste, con Cabuérniga al noreste, con

Polaciones al suroeste y con la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga al sureste. La única vía de acceso al municipio es una carretera comarcal de irregular trazado, lo que ha ayudado a que en la zona se conserven, en gran medida, las costumbres y modos de vida tradicionales, evitando además la degradación paisajística.

La localidad de Tudanca es la más interesante del municipio y la que en la actualidad cuenta con un mayor número de habitantes, pese a que no alcanzan la centena. Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1983, ya que es un buen ejemplo de núcleo barroco en el que se entremezclan edificios nobles y populares. En la parte más alta del pueblo destaca la conocida casona de Tudanca, cuyo último morador fue José María de Cossío. En ella reunió una importante biblioteca, en la que, junto con una gran colección de volúmenes, se guardan numerosos manuscritos de insignes escritores de la primera mitad del siglo XX. Este edificio es también uno de los escenarios de Peñas Arriba, la más famosa novela de José María de Pereda, que se desarrolla en el pueblo de Tablanca (Tudanca). Poco antes de su muerte, Cossío donó la casona, junto con todo su contenido, a la Diputación Provincial de Santander, que la convirtió en museo.

La casi total ausencia de espacios llanos ha supuesto que el terrazgo agrícola sea muy reducido, siendo la ganadería la principal fuente de riqueza. Aun así, para poder aprovechar mejor los pastos de las laderas, buena parte de ellas están abancaladas y son espacios comunales. Es el ‘prau concejo’, que se reparte por sorteo entre los vecinos del pueblo para ser segado.

Ayuntamiento de Tudanca