En la Cantabria oriental, en el interior de la comarca de Trasmiera, está situado el municipio de Solórzano. De su interior nace el río Campiazo. Tierra del noble linaje del que tomó su nombre, Solórzano fue en la antigüedad señorío boniliario y real dedicado a la labranza y el cultivo de viñedos. En el ámbito natural posee un amable paisaje de praderías salpicadas de secciones de bosque caducifolio de robles y fresnos. El santuario de Nuestra Señora de Fresnedo es uno de sus principales atributos artísticos. Construido en el siglo XVI, aunque su sacristía no fue incorporada hasta 1768. También cabe mencionar las iglesias parroquiales de Nuestra Señora de la Asunción en Riaño y San Pedro de Solórzano. El municipio de Solórzano es un territorio rico en yacimientos prehistóricos, ejemplo de ellos son las cuevas de Ruchano, Las Palomas, Bortal o Nicanor. Igualmente destacable es la “Casa de Campo” edificada en el siglo XVIII y en la que se conservan buenos escudos de los Solórzano, Castillo y Pellón.