Junto a Santa María de Lebeña y el monasterio de Santo Toribio de Liébana completa la tríada religiosa de la comarca. Alberga la mejor escultura románica de la zona, lo que evidencia su relevancia durante la Baja Edad Media, cuando el poder convergía en monasterios como éste. La actual edificación es lo único que queda del viejo monasterio que ya funcionaba en el año 930 como testimonia la documentación conservada. Posiblemente sus comienzos fueron anteriores, quizás en los siglos VIII o IX, cuando la repoblación en estas montañas lebaniegas estaba iniciándose. De la construcción románica destaca la arquería sobre la puerta principal, con las imágenes de San Pedro y San Pablo. Ya en escritura del 941 consta claramente que era un monasterio dúplice dirigido por la abadesa Ailo. A partir de mediados de la décima centuria, su poder y dominio se va ampliando rápidamente. Anexiones de iglesias, donaciones, rentas, etc., hacen de Santa María de Piasca a comienzos del siglo XI, uno de los monasterios más poderosos de la región. En 1172, con el posible ánimo de engrandecer la vieja fábrica de la iglesia, se construye la que ahora se puede contemplar. Se trata de una iglesia románica ya en fase de transición, de tres naves, tres ábsides (el central mayor y más alto) y cuatro tramos. Los ábsides son poligonales (ha desaparecido la fábrica inicial del izquierdo), cubiertos con bóvedas de nervios ya francamente góticas. Decoración escultórica, uno de los maestros tallistas más notables del románico montañés, por su labor se puede asegurar que se trata de un gran escultor, posiblemente relacionado con la importante escuela de labrantes que se encargaron de hacer la bellísima iconografía y la rica decoración vegetal de los monasterios palentinos de Santa María de Aguilar de Campoo y de San Andrés de Arroyo. En la puerta occidental «la principal» la línea de sus capiteles muestra ese calado casi al aire, tan admirado en los trabajos de aquélla escuela palentina, con temas como la lucha de centauros, el caballero, enfrentamientos de grifos entre vástagos, etc, que vemos también en Aguilar, Rebolledo de la Torre, Perazancas, etc. La puerta meridional -la del cuerno-, lleva una espléndida arquivolta con posible representación de gremios (tipo Carrión): herreros, sastres, músicos, monjes, etc., y un incomparable cimacio con una cacería de jabalí. Magníficas son también las metopas de los dos ábsides en pie, los canecillos y los dos capiteles del mayor con el sacrificio de Isaac y La Anunciación. Los del ábside en su interior, con la escena de la Epifanía y con riquísimos «molinillos» tipo Vallespinoso, nos aseguran la maestría de este cantero llamado Covaterio. Las portadas, así como buena parte de sus esculturas de la iglesia de Santa María de Piasca, son del siglo xii, del románico tardío. Sobre la puerta principal destaca la arquería con las esculturas de san Pedro y san Pablo, mientras que en la puerta meridional «del Cuerno» luce una fantástica arquivolta donde se representan los oficios medievales. En la fachada oeste se abre esta portada de arco ligeramente apuntado formada por cinco arquivoltas y guardapolvos que se apoyan sobre dos columnas con fuste cilíndrico y tres esquinas aboceladas a cada lado. El fuste interior del lado sur está decorado con la imagen de San Miguel luchando contra el diablo. A cada lado hay cinco capiteles esculpidos. Los del lado norte representan (del interior al exterior) una decoración de red (encestado) salvajemente destrozada, un personaje noble a caballo sobre un fondo de decoración vegetal. Este personaje se gira hacia atrás y eleva su brazo derecho para recibir a la rapaz que, en vuelo descendente, está representada en el cimacio del siguiente capitel. Es, por tanto, una originalísima forma de representar un escena de cetrería. En los siguientes capiteles se pueden ver dos dragones alados entre tallos perlados, dos centauros enfrentados y un león y un basilisco entre decoración de tallos. Los capiteles del lado sur son dos con decoración vegetal (primero y tercero), la Anunciación (capitel muy dañado). De las arquivoltas destaca la segunda inferior ya que presenta una variada decoración escultórica: dos leones, cabezas de animales (una parece un lobo), un guerrero, dos parejas de músicos, una cabeza de monje y otra de un personaje barbado y seis dovelas de acanto. Sobre la portada se abre una arquería ciega de tres arcos en los cuales se ubican las imágenes de San Pedro y San Pablo. Entre ambos una imagen de la Virgen con el Niño del siglo XVI.
Características:
- Tamaño:
- Edificación: Siglo X
Dirección: Cabezón de Liébana , 39573 , Cabezón de Liébana (Cantabria)
Horarios: no disponible
Sábados: no disponible
Domingos: no disponible
Enlace a web: https://www.asturnatura.com/turismo/iglesia-de-santa-maria-de-piasca/2790.html
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